La educación popular surge en la década de los 60s como una respuesta autónoma de los sectores populares ante la Educación dominante impartida a través del Estado o el Mercado. Se define como un espacio de autoeducación, en el cual se reflexiona críticamente a partir de las propias experiencias y formas de vida en contraposición con la educación burguesa y los valores que esta enseña. Su principal precursor fue el educador brasileño Paulo Freire, quien puso en marcha un plan de alfabetización de los oprimidos y divulgó por el mundo sus ideas de “una educación Liberadora, problematizadora, concientizadora… […] en contraste con la educación “bancaria”, acrítica, domesticadora, para la sumisión”.
Paulatinamente, esta Educación Liberadora se ha ido identificando con los grupos de resistencia y comprometiéndose con las víctimas de la represión (organizadas o no).
Algunos educadores populares iniciaron en 1985 un serio cuestionamiento y autocrítica que iba a originar una crisis en la Educación Popular. Se empezaron a reconocer los errores de una excesiva ideologización, puesto que esta resultaba incapaz de descubrir y enfrentar prácticas de dominación y sumisión en las relaciones cotidianas, no solo en las estructuras sociales. Además, presentaba la dificultad de confundir proclamas y deseos con prácticas y la capacidad de sustituir la pedagogía por la ideología.
De este modo, poco a poco fue ganando terreno el llamado a refundar o reconceptualizar la Educación Popular, por ello, paulatinamente se dejó cuestionar y enriquecer con los aportes de distintas ciencias sociales (la sociología, la sicología, la antropología...), se entró en diálogo con las corrientes de la pedagogía crítica y al volver los ojos a la pedagogía, se fue acercando al mundo de la escuela.
De este modo su intencionalidad transformadora define a la Educación Popular como un movimiento alternativo a las prácticas educativas tradicionales que intenta promover una sociedad más democrática y más justa.
...El carácter popular de este tipo de Educación no viene dado simplemente por el hecho que sus destinatarios inmediatos sean los sectores populares. Es el estilo, o manera peculiar como se imparte la educación. Esta modalidad incluye un proyecto, unos objetivos, unos contenidos y una metodología propios. En una palabra, la construcción de un nuevo modelo educativo en función de un determinado proyecto social. (Kolvenbach, 1998)
Fuente: Fe y Alegría, Movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social.
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