martes, 9 de junio de 2009

Paulo Freire

Paulo Reglus Neves Freire nació el 19 de septiembre de 1921, en Recife, una de las regiones más pobres de Brasil, donde muy temprano pudo experimentar las dificultades de sobrevivencia de las clases populares. Trabajó inicialmente en el SESI (Servicio Social de la Industria) y en el Servicio de Extensión Cultural de la Universidad de Recife. Fue educador, profesor de escuela, creador de ideas y del llamado "método Paulo Freire". Su filosofía educativa se expresó, primeramente, en 1958 en su tesis de concurso para la universidad de Recife, y, luego, como profesor de Historia y Filosofía de la Educación de aquella Universidad, también en sus primeras experiencias de alfabetización como la de Angicos, Río Grande do Norte, en 1963. Su iniciativa de poner en práctica un auténtico trabajo de educación que identifica la alfabetización con un proceso deconscientización, formando el oprimido tanto para la adquisición de los instrumentos de lectura y escritura como para su liberación hizo de él uno de los primeros brasileños exiliados.

En 1969, trabajó como profesor en la Universidad de Harvard, en estrecha colaboración con numerosos grupos comprometidos en nuevas experiencias educativas en zonas rurales y urbanas. Durante los 10 años siguientes, fue Consultor Especial del Departamento de Educación del Consejo Mundial de las Iglesias, en Ginebra (Suiza). En ese período, ofreció consultora educativa para varios gobiernos del Tercer Mundo, principalmente en África. En 1980, después de 16 años de exilio, retornó a Brasil para "reaprender" su país. Fue profesor en la Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP) y en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP). En 1989, fue Secretario de Educación en el Municipio de São Paulo, mayor ciudad de Brasil. Durante su mandato, hizo un gran esfuerzo por la implementación de movimientos de alfabetización, de revisión curricular y se empeñó en la recuperación salarial de los profesores. Su metodología fue utilizada en Brasil en campañas de alfabetización y por eso fue acusado de subvertir el orden instituido, siendo apresado después del Golpe Militar de 1964.

Después de 72 días de reclusión, fue convencido de dejar el país. Primero se exilió en Chile, donde, encontrando un clima social y político favorable para el desarrollo de sus tesis, trabajó, durante 5 años en programas de educación de adultos en el Instituto Chileno para la Reforma Agraria (ICIRA). Fue ahí donde escribió su principal obra: "Pedagogía del oprimido". En 1944, se casó con la maestra primaria ElzaMaia Costa Oliveira, con quien tuvo cinco hijos. Después de la muerte de su primera esposa, se casó con Ana María Araújo Freire, una ex-alumna. Paulo Freire es autor de muchas obras. Entre las más importantes podemos mencionar: Educación como práctica de la libertad (Educação : prática daliberdade, 1967), Pedagogía del Oprimido (Pedagogía do oprimido, 1968), Cartas a Guinea-Bissau (Cartas àGuiné-Bissau, 1975), Pedagogía de la Esperanza (Pedagogía daesperança, 1992) A la sombra de este árbol (À sombra destamangueira, 1995).

Fue reconocido mundialmente por su práctica educativa a través de numerosos homenajes. Le fue otorgado el título de doctor Honoris Causa por veintisiete universidades. Por sus trabajos en el área educativa, recibió, entre otros, los siguientes premios: "Prêmio Rei Balduíno para o Desenvolvimento" (Bélgica, 1980); "Prêmio UNESCO da Educação para a Paz" (1986) e "Prêmio Andrés Bello" de la Organización de los Estados Americanos, como Educador de los Continentes (1992). El día 10 de abril de 1997, lanzó su último libro, titulado "Pedagogía de la Autonomía: Saberes necesarios a la práctica educativa". Paulo Freire falleció el día 2 de mayo de 1997 en São Paulo, víctima de un infarto agudo del miocardio.

Paulo Freire fue un pensador comprometido con la vida, no pensó en ideas abstractas, sino en circunstancias a partir de la existencia concreta. Su proyecto educativo, que parte de la praxis, apunta a crear humanización, a liberar al hombre de todo aquello que no lo deja ser verdaderamente persona. Fue a través de la puesta en práctica de un sistema de educación para los oprimidos y su posterior difusión que puso en marcha la Educación Popular.

La cultura popular, base de la refundamentación de la Educación Popular

Es fácil expresar que la educación debe tomar en cuenta los intereses y necesidades de los educandos, que la sabiduría popular debe entrar en contacto y síntesis con el saber autorizado, que los procesos educativos deben partir de los conocimientos y experiencias de las personas, que deben respetar la cultura popular, etc. Pero ¿cómo se hace todo eso...? ¿qué rol juega el conocimiento científico y técnico en la Educación Popular? ¿cómo podrían los sectores populares organizarse y avanzar en la conquista de mejores condiciones de vida y trabajo, si no dejan de lado la mitología, el fatalismo, las supersticiones, las falsas creencias, la apatía y el individualismo? ¿Acaso no es la ignorancia una de las principales causas de la pobreza y el terrible desamparo en que viven enormes grupos sociales de base? Hay una frase cliché que no por ser así es menos cierta: el saber es poder. Para otros el conocimiento es la llave de la libertad. Durante demasiado tiempo el dominio del conocimiento científico y tecnológico ha sido el privilegio de la élite de la sociedad, la que conscientemente o no, lo ha usado para su propio beneficio. Si el pueblo no se apropia de la enorme acumulación de conocimientos científicos y tecnológicos que constituyen el patrimonio de la humanidad, difícilmente podrá revertirse la situación de desigualdad y pobreza en que viven sumergidas enormes masas de población.
Lo anterior tiene relación directa con lo que planteaban García-Huidobro y Martinic a comienzos de los años ochenta, cuando señalaban: La educación popular junto con lograr los niveles de autoestima, de autoreconocimiento, que constituyen un primer paso necesario de la pasividad a la actividad, de la inmersión a la conciencia, del camino a través del cual se debe insistir en la disciplina y profundidad del tratamiento de los problemas. La meta es una síntesis cultural, a través de la cual el pueblo, a partir de sus valores y perspectivas, recree el conocimiento socialmente acumulado que es patrimonio de la humanidad. (Garcia Huidobro-Martinic, 1980) Esa meta ha quedado internalizada entre los educadores populares. Hoy, pasados ya quince años de esa propuesta, la mayor parte de los que continúan en el trabajo social de base siguen proclamando la validez y riqueza de la cultura popular, como punto de partida de todo cambio y como base de la búsqueda de valores solidarios conducentes a la organización y al fortalecimiento de la acción concreta de los grupos populares. Esa cultura, sin embargo, debe hoy asumir que el campo de la producción de conocimientos es un terreno de debate y de disputa.
El tipo de conocimientos y la forma de producirlos es hoy un nuevo desafío para la Educación Popular. Ello implica formación y darle nuevos sentidos a la capacitación de los educadores populares.
Extracto Educación Popular: Lo que va de ayer a hoy. Luis Bustos